¿Sostenibilidad turística o una carrera por estar el ranking?

Claves para repensar el turismo urbano según City Destinations Alliance
En un momento en el que el turismo urbano enfrenta desafíos sin precedentes (crisis climática, masificación, pérdida de calidad de vida en ciudades y crecientes tensiones entre residentes y visitantes), la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad.
Pero ¿qué significa realmente “turismo sostenible”?
¿Es suficiente con cumplir indicadores o certificarse con un sello verde?
¿O estamos corriendo el riesgo de reducir la transformación que necesita el sector a una carrera por el ranking?
Estas son las preguntas que plantea el informe “Sustainability Indexes and Certifications in City Tourism Management”, elaborado por City Destinations Alliance (CityDNA).
Un documento que no se limita a defender o rechazar las herramientas existentes, sino que propone una reflexión profunda sobre cómo, cuándo y para qué deben usarse los índices, certificaciones y sistemas de evaluación en la gestión del turismo urbano.
Más allá del “turismo sostenible”: una transformación de sistema
El informe parte de una constatación clara: el modelo turístico dominante no es compatible con los límites del planeta ni con el bienestar social.
En lugar de preguntar “¿cómo hacemos el turismo más sostenible?”, propone un giro conceptual:
¿cómo hacemos que nuestras ciudades sean sostenibles… y luego vemos qué tipo de turismo cabe en ellas?
Esto implica salir del enfoque sectorial y abordar el turismo desde una lógica multinivel y transversal: conectando urbanismo, vivienda, movilidad, medioambiente, cultura y comunidad.
No se trata de adaptar lo que ya tenemos, sino de replantear qué turismo queremos y para qué.
Y aunque el 91% de las ciudades encuestadas por CityDNA afirma tener estrategias de sostenibilidad, muchas de ellas siguen centradas en el crecimiento, la promoción y la captación de mercados. El reto no es solo técnico o presupuestario: es político y cultural.
Índices, certificaciones y rankings: herramientas útiles… si no pierden el propósito
En los últimos años, han proliferado las herramientas para evaluar la sostenibilidad de destinos.
Algunas son ampliamente reconocidas, como el GDS-Index, EarthCheck, Green Destinations o TourCert. Otras, como el Arcadis Sustainable Cities Index, tienen una mirada más urbana e integral.
Todas prometen ayudar a los destinos a orientarse, compararse, mejorar y comunicar sus avances.
Pero el informe advierte sobre un riesgo: que estas herramientas se conviertan en fines en sí mismos, en lugar de ser medios para avanzar hacia transformaciones reales.
Lo que empieza como una autoevaluación honesta puede derivar en una carrera por subir puestos, cumplir KPIs o exhibir sellos sin contenido.
Un proceso en el que se prioriza lo medible sobre lo importante, y donde muchas veces lo que no se puede cuantificar queda fuera del radar.
Lo que los rankings no cuentan: limitaciones y sesgos
El análisis de CityDNA es especialmente valioso por su honestidad.
Reconoce el valor de las herramientas, pero también sus límites.
Algunos de los puntos más críticos incluyen:
Desigualdad de contexto: ciudades del norte global, con más recursos y estructuras preexistentes, suelen salir mejor paradas, invisibilizando el esfuerzo de destinos con menos capacidad.
Estandarización excesiva: aplicar los mismos indicadores a una ciudad europea, una isla mediterránea y una metrópolis asiática puede borrar matices clave y generar comparaciones poco útiles.
Carga operativa: los procesos de certificación requieren tiempo, personal cualificado y recursos económicos. Helsinki, por ejemplo, necesitó casi dos años para completar tres esquemas. En ciudades con equipos pequeños, este esfuerzo puede ser inviable.
Indicadores incompletos: muchas herramientas no incluyen temas esenciales como el acceso a vivienda, el empleo turístico digno o el impacto de los cruceros o la aviación.
En definitiva, si los rankings y certificaciones no evolucionan, pueden acabar premiando a quienes mejor rellenan formularios, no a quienes realmente están transformando su modelo turístico.
Ventajas cuando se usan con sentido: guías, diálogo y legitimidad
A pesar de las críticas, el informe no plantea desechar estas herramientas. Más bien, invita a usarlas de forma estratégica y adaptada.

Cuando se alinean con un propósito claro, pueden generar beneficios muy valiosos:
- Ayudan a estructurar procesos internos y a generar una narrativa común en los equipos técnicos.
- Ofrecen un marco compartido para el diálogo entre administraciones, empresas y ciudadanía.
- Facilitan la movilización política al traducir objetivos abstractos en indicadores concretos.
- Pueden ser un catalizador para obtener financiación, asociarse con otros actores o abrir mercados más conscientes.
Eso sí, siempre con una advertencia clara: el destino no debe trabajar para la herramienta, sino que la herramienta debe servir al destino.
Casos reales: Helsinki y Gotemburgo como ejemplos de usos diferenciados
El informe incluye entrevistas en profundidad con dos ciudades que han sido referentes en sostenibilidad turística en Europa, pero con enfoques distintos.
Helsinki: institucionalizar la sostenibilidad
La capital finlandesa ha conseguido certificar casi el 100% de su infraestructura turística, integrando la sostenibilidad en su ADN urbano. Lo ha hecho desde una lógica de colaboración público-privada, formación continua y seguimiento técnico riguroso. Las certificaciones le han permitido estructurar procesos, visibilizar avances y legitimar su apuesta.
Gotemburgo: crítica constructiva
Gotemburgo, por su parte, ha liderado durante años el GDS-Index, pero mantiene una postura crítica. Como señala Katarina Thorstensson, su estratega de sostenibilidad, “los rankings deben usarse como espejo, no como objetivo”. En lugar de centrarse en la posición que ocupa, Gotemburgo los usa para detectar puntos débiles, mejorar la comunicación interna y reforzar el relato hacia la ciudadanía.
Ambas ciudades coinciden en algo: la sostenibilidad no es un check-list, es un proceso vivo.
La comunidad local: el gran ausente que debe ser protagonista
Uno de los mensajes más poderosos del informe es que no hay turismo sostenible sin una ciudad viva, habitable y participativa. La calidad de vida de los residentes no debe verse como un efecto colateral del turismo bien gestionado, sino como su piedra angular.
La participación pública sigue siendo débil, a menudo limitada a consultas formales con escaso seguimiento.
El reto es pasar de escuchar a unos pocos a incluir de forma activa a comunidades diversas, especialmente aquellas más impactadas por la presión turística: residentes de barrios históricos, trabajadores del sector, jóvenes, migrantes.
Además, se insiste en que el turismo debe dejar de gestionarse como una industria aislada. Integrarlo en las políticas de vivienda, movilidad, empleo y medioambiente es clave para evitar tensiones y construir modelos duraderos.
Hacia lo regenerativo: más allá del “no dañar”
Finalmente, el informe lanza una mirada hacia el futuro: la sostenibilidad será pronto insuficiente. En un contexto de crisis ecológica, desigualdad creciente y pérdida de sentido en el modelo turístico tradicional, los destinos deberán ir más allá de “no hacer daño”.
La nueva frontera es la regeneración: turismo que restaura ecosistemas, que aporta valor a comunidades locales, que transforma positivamente.
Y para eso no bastan sellos verdes: hace falta coraje político, innovación institucional y voluntad de repensar el rol del turismo en la ciudad.
Reflexión final: una herramienta no sustituye a una visión
El informe de City Destinations Alliance no solo aporta datos y análisis: ofrece una brújula ética y estratégica para los destinos urbanos.
En lugar de sumarse a la fiebre de la certificación, invita a las ciudades a hacerse preguntas incómodas, a contextualizar sus decisiones y a no perder de vista lo esencial: para quién estamos construyendo los destinos turísticos.
Porque si no logramos que el turismo mejore la vida de las personas (las que viven y las que visitan), ningún ranking podrá maquillarlo.